DIARIO LA RIOJA
La estructura de la nueva estación de autobuses sigue sumando piezas y cogiendo forma
Los dos primeros pórticos quedarán montados en 10 días y el relleno de la ladera del parque será completado al terminar el encofrado del graderío
Pilares, pórticos, correas, vigas de coronación… y tornillería, mucha tornillería. Dos grandes grúas se elevan al cielo sobresaliendo por encima de la construcción y los operarios encargados del montaje -atornillando y soldando- ajustan las piezas mañana y tarde. «Es como un ‘tetris’», en palabras del jefe de obras en alusión al mítico videojuego de encajar formas. La estructura metálica que sostendrá la cubierta de la futura estación de autobuses de Logroño, cuyo acero de color rojo centra todas las miradas desde hace dos semanas, toma forma según pasan las jornadas de trabajo y Diario LA RIOJA ha sido testigo de ello en plenos preparativos para colocar la pieza de uno de los pórticos longitudinales, concretamente la que se extiende hasta la fachada norte. Finalizados los tramos centrales de los pórticos 4 y 5 (tanto longitudinal como transversalmente), los de mayor tamaño y los que dibujan el espacio que ocupará la zona destinada a la espera de viajeros de la nueva terminal, ya se han comenzado a completar los citados ‘arcos’, primero hasta la fachada norte y después hasta la sur. Así se lo explicó ayer a este periódico la directora técnica de la sociedad ‘LIF 2002’, María Cruz Gutiérrez.
Son piezas de hasta 15 metros, que no paran de llegar en camiones desde Fuenlabrada (Madrid). Culminados los dos pórticos de norte a sur, que apoyarán en los pilares de ambas fachadas, se levantarán otros dos hacia el oeste procediéndose al montaje de la misma manera (primero centro, luego norte y, por último, sur). Se ejecutan, «para entendernos» en palabras del personal, desde lo que será la puerta de entrada (Colón-Bécquer) hacia adentro (dirección Vara de Rey) hasta ensamblar todo el armazón. Las cerchas triangulares llevan días viéndose y el movimiento de toneladas de metal no para. Piezas de hasta 35 toneladas sobrevuelan sin descanso, las mismas que ya conforman, incluso visualmente, un futuro edificio que resultará casi gemelo a su vecino de enfrente, el de la estación de ferrocarril. En total son 11 pórticos, por lo que la estructura no estará lista hasta antes del verano. Luego quedará la cúpula de unión entre estaciones que dará lugar a la ‘intermodal’, pero eso ya será otra fase. De momento, entre los pórticos también se colocan las correas (vigas de unión de menos tamaño) y, con los pilares de la fachada norte ya en pie, se espera hacer lo propio con los de la sur para seguir avanzando con las vigas de coronación que lo permitan. Una gran obra donde «todo es a lo grande», comentan. Y lo cierto es que justo desde abajo aún impresiona más. Y así se procederá hasta llegar al muro de hormigón, parte final de la terminal, donde ahora se ejecutan dos chimeneas de ventilación a partir de las cuales ya se ve el graderío descendente que dará forma al parque elevado en forma de colina de la que hoy puede verse parte de la pendiente rellenada, concretamente en la zona norte más cercana a Lobete. Terminado el encofrado del graderío, se podrán rellenar las zonas central y sur, actualmente invadidas de maquinaria y materiales, y se dejarán ver las laderas que resultarán finalmente. Las previsiones son que los dos primeros pórticos queden montados en 10 días y el relleno del parque sea completado al culminar el citado encofrado de dicho graderío.