DIARIO LA RIOJA
Ayer se inició el montaje de la estructura que sustentará la cubierta del nuevo edificio.
El elemento que se montó ayer, junto al que se encajará hoy y otros dos más, es el mayor de los que se usarán para armar la cúpula de la terminal de autobuses.
Esta mañana, otra pieza metálica de 35 toneladas sobrevolará el solar de la nueva estación de autobuses para acabar posada sobre dos pilares, los que dibujan el espacio que ocupará la zona destinada a la espera de viajeros de la nueva estación de autobuses. Ayer por la tarde se izó la primera estructura, la que llegó en una gran góndola el viernes. Dos grúas la levantaron a 15 metros del suelo para dejarla en su sitio, sobre dos grandes vigas, a las que acabó, por un extremo, atornillada y, por el otro lado, soldada. Llegarán dos elementos más como éstos para terminar de configurar la parte central de la futura estación, la que será de más tránsito de viajeros, pero luego habrá otros muchos, aunque de menor tamaño. Estos primeros son los mayores, los que se utilizarán para conformar la estructura de un edificio que resultará casi gemelo a su vecino, el de la estación de ferrocarril. Estos días son jornadas de cambios en la obra de la estación. Ayer estaban trabajando cerca de veinte encofradores y cuatro montadores, pero el número de los primeros irá disminuyendo mientras que empezarán a llegar más de los segundos. Ayer, mientras los gruistas levantaban con destreza las 35 toneladas de la mole metálica, otros operarios equipados con arneses se colgaban de lo que terminará siendo el talud del parque exterior de la estación, junto al que ya se aprecia por dónde irán las escaleras que permitirán ascender hasta su cima.
El montaje que se llevará a cabo esta semana «nos irá mostrando el volumen de la estación», señalaba ayer la alcaldesa, Cuca Gamarra. La cubierta de la misma se irá ensamblando entre enero y febrero, explicó. Ninguna de las acciones que se desarrollen en los próximos meses tendrá afección al tráfico, algo que sí sucederá probablemente en verano, cuando se aborde la cúpula central, la que hará de nexo entre las dos estaciones sobre la calle Colón. Pero también estos días se irán conformando los espacios del parque nuevo, el que, con 35.000 metros cuadrados, se verá coronado por una cafetería-mirador. La obra va a ir enseñando el diseño de la zona, si bien luego la actuación del nudo de Vara de Rey con Duques de Nájera acabará de perfilarlo, añadió también la alcaldesa.
Por fin parece que, después de meses de labor más callada, puede llegar a alcanzarse la velocidad de crucero que hace unas semanas ansiaba ya el arquitecto de la estación, Iñaki Ábalos, tal y como afirmó a Diario LA RIOJA, una vez solucionados los problemas que han ido surgiendo.
La intervención comenzó en enero del año pasado con las actas de replanteo correspondientes –la cimentación se hizo en una fase anterior de la obra del soterramiento de la vía– y siguió con otros trabajos previos de revisión y de coordinación de actuaciones. Durante el verano aumentó la actividad en la parcela vallada frente a la estación del tren, dado que estaba previsto completar el armado y posterior hormigonado de los distintos tramos de las cimentaciones, así como el encofrado, armado y hormigonado de los tramos de muros correspondientes.
Cuca Gamarra, Alcaldesa de Logroño
«El montaje nos irá mostrando el volumen de la estación, similar a la del ferrocarril»
«Como estos días también se va a trabajar en el futuro parque, se va ir viendo el diseño de la zona»
Contrato propio
Si la estación de tren se realizó a la par que la depresión de la vía en un único contrato que ejecutó Sacyr, la terminal de autobuses ha tenido su propio proceso de contratación, que concluyó con la adjudicación a la unión temporal de empresas que forman Agua y Jardín, Ismael Andrés y Vías y Construcciones. Estas firmas recibieron el encargo de la actuación por un presupuesto total de 16,3 millones de euros –la licitación se organizó por 23.977.495 euros– y con un plazo de 18 meses para levantar la nueva estación, que será muy parecida a la de ferrocarril y que sustituirá a la actual de la avenida de España y Pío XII para el otoño del 2018. Tiene su explicación el asunto. Si la estación del ferrocarril formaba parte del paquete del soterramiento, la de autobuses viene del deseo de la capital de contar con una ‘intermodal’. Hubo un momento en el que incluso el Ayuntamiento se planteó pagarla en solitario –en una legislatura de distinto color entre el Consistorio y el Gobierno regional–. En estos momentos, el Ejecutivo autónomo también está comprometido en la financiación de la estación como tal.
El proyecto constructivo en marcha lo firman los arquitectos Iñaki Ábalos y Renata Sentkiewicz y prevé 27 dársenas y 13 de reserva, que serán utilizadas como cocheras. La parte por la que circularán los autobuses dentro de la estación está aún de tierra. La intervención se considera decisiva para la transformación urbana de esta zona de la ciudad. Para completar la primera fase del soterramiento de la vía quedaría aún la obra que afecta a Vara de Rey y al túnel de Duques de Nájera. Y mientras se desarrolla la obra de la nueva estación, también se están dando los pasos para arreglar la que actualmente está en uso, si bien el destino final de los espacios que ahora usan los viajeros está por cerrar. La licitación, que tiene que ver con el arreglo de la viviendas, pero también de los espacios comunes, está en fase de resolución. Ya se conocen las ofertas que se han presentado, que son siete en total. Eso sí, queda plantear la adjudicación.
El presupuesto estimado es de 1,3 millones. El edificio posee once portales, con viviendas de propiedad municipal, pero también privada, con fachada a Vara de Rey, Pío XII, Belchite y avenida de España y con una superficie total de 8.000 metros cuadrados.
Septiembre se mantiene como fecha de conclusión de la obra
Sobre los plazos de ejecución de la obra, la alcaldesa prefirió dejarlos, de momento, como están previstos, si bien no descartó que el resultado final se pueda demorar un poco. La fabricación de las estructuras ha tenido alguna pequeña incidencia, comentó. De hecho, se barajó su llegada a la capital e incluso su montaje durante diciembre. En cualquier caso, Cuca Gamarra emplazó a septiembre como la fecha de finalización de la obra. «Vamos justos, pero vamos dentro de plazo y, de hecho, se puede acabar en plazo. Otra cosa es que estas obras, digamos que siempre tienen una pequeña extensión que entra dentro de lo normal porque, en ocasiones, correr en el último momento es contraproducente», decía en noviembre el arquitecto de la estación, Iñaki Ábalos, quien ya entonces contaba que, «después de llevar meses organizando la puesta en obra y resolviendo problemas tanto de la contrata como del propio proyecto, todo está preparado para coger la velocidad de crucero que debe». La actuación se inició en enero del 2017 con las actas de replanteo, mientras que siguieron con otros trabajos previos de revisión y de coordinación de actuaciones, imprescindibles para una obra de este tamaño y complejidad.