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Las labores para entroncar el saneamiento entre Miguel Delibes y Gustavo Adolfo Bécquer están casi a punto.

La decisión municipal de no construir un nuevo túnel ha supuesto que los trabajos se centren en completar la nueva calle en su parte más al este de Vara de Rey a Colón. Dos entornos próximos, pero lo suficientemente distanciados como para poder hablar de un desplazamiento de la zona de obras. Un cambio de epicentro en un proyecto que, tras la decisión municipal de no construir un nuevo túnel que sustituya al de Duques de Nájera –a medio derruir–, se ha trasladado a su parte más al este.

Según informaba ayer el Ayuntamiento de Logroño a Diario LA RIOJA, los trabajos para el entronque del saneamiento –conexión de las redes– entre la nueva calle Miguel Delibes y Gustavo Adolfo Bécquer están a punto de finalizar. Así, y tras días en que la parte de la acera comprendida entre la fachada sur de la estación de autobuses y la subestación eléctrica de Cascajos ha permanecido cortada, se espera la reapertura de la misma.

Que los trabajos se centren actualmente al sur de la nueva terminal en construcción avanzando en la reurbanización de Miguel Delibes no deja de ser un desplazamiento del foco dentro del proyecto general del entorno de Vara de Rey dentro de la culminación de la fase I del soterramiento.

Tal y como se dijo antes y después de que el Pleno municipal aprobase recuperar el proyecto del 2013 de Vara de Rey sin construir el túnel –la modificación plantea volver a la idea inicial con la eliminación del paso inferior y contó con el voto a favor de PSOE, UP y PR+ y en contra de PP y Cs–, la idea era progresar y ejecutar «toda la parte que no variará». Y es precisamente por ello por lo que los trabajos se han trasladado a la zona más al este, es decir, la del entorno de ambas estaciones –autobuses y trenes– a la espera de rescindir el presente contrato, redactar una nueva solución para el entorno de Vara de Rey –entre la futura glorieta y la actualmente en obras entre Hermanos Hircio, Belchite y Pino y Amorena– y adjudicar la ejecución de la misma.

Así pues, los trabajos continúan en la zona que no afecta a la decisión adoptada por el nuevo Ayuntamiento, aunque cabe recordar que la modificación del proyecto está en manos de LIF 2002, donde están representadas las tres administraciones, pues el acuerdo plenario era trasladar a la sociedad del soterramiento la idea y que se decida.

Trabajadores de FCC, Compañía de Obras Públicas, Hormigones y Asfaltos y la riojana Asbeca, mientras llega ese momento, siguen de obras… aunque en la otra punta.